Con raras excepciones, todos los miembros del clan pertenecen a una organización política y profesional conocida como "el Gremio", que sirve como su principal y más poderosa arma política. También da una vaga idea de la jerarquía entre los Toreador de la ciudad.
Cuando los Gremios se reúnen todos los Toreador dejan de lado sus rencillas. Perturbar la ocasión con intereses personales arruinará la vida social de su transgresor y la reincidencia puede significar la expulsión del Gremio. La política de la mayor parte de los Gremios se sitúa entre lo moderado y lo conservador. Los Toreador no quieren perder su protegida posición en la Camarilla. No obstante deben contrastar esta comodidad con la creciente influencia Ventrue y Tremere. Los Gremios Toreador actuarán drásticamente para mantener el equilibrio de poderes.
Algunos Gremios no se han reunido ni una sola voz y otros dedican sus sesiones a hablar de arte y expresión sin ocuparse de política. Los Gremios se reúnen en lugares secretos. Resuelven la mayoría de las cuestiones en una noche un educado debate, aunque en materias que pueden provocar división de opiniones, los encuentros de una duración superior a una semana no son raros.
Es la fiesta de un muerto.
Hay un campo de batalla Toreador, otros lo consideran un tribunal de honor donde puedes recibir alabanzas o condenas, otros lo ven como un simposio en el que las ideas brillantes son expuestas por los más agudos intelectos o como un santuario en el que puede actuarse libremente. Independientemente de las interpretaciones, es para todos, un laboratorio en el que uno es pinchado, agujereado y medido. Para la mayoría de los Vástagos, se trata simplemente de la escena social Toreador. De hecho, si le preguntas a un vampiro que es lo más característico de un Toreador, te dirá que sus maravillosas fiestas.
Una invitación a una fiesta celebrada por un antiguo Toreador es un gran honor para algunos ajenos al clan. El arte de la invitación es una de las representaciones más claras de la jerarquía del clan. Quienes tienen más prestigio son los primeros en recibirlas. Los anfitriones no suelen ganar prestigio por elegir a los invitados apropiados, pero sí lo perderán si se equivocan. Colarse en una fiesta Toreador es el colmo de la notoriedad, y quienes lo hacen se cavan sus propias tumbas sociales. Cualquier Toreador que se cuela perderá prestigio según el procedimiento empleado, su comportamiento, compañía, el tipo de fiesta y quien la celebra.
En muchos aspectos estas fiestas son obras de arte en sí mismas. Cuanto más estilo y elegancia se demuestre en el lugar, tema, atuendo, servicio y ambiente, más prestigio ganará el anfitrión. Sin embargo, el buen gusto debe estar equilibrado en todas las facetas de la fiesta. La mayoría de las fiestas son sólo para Vástagos. En contadas ocasiones puede asistir ganado escogido, usualmente mascotas o el ocasional nuevo rico sin talento, estos últimos sirven de diversión, mientras que las mascotas brindan nuevas e interesantes conversaciones, contrastando con las cuidadosas "charlas" de los Condenados.
Pocos acontecimientos sociales son puramente sociales. Muchos anfitriones tienen algún otro motivo. Este puede ser o no ser obvio, y podría ser tan inocuo como presentar a un nuevo amante ghoul, o tan tortuoso como un plan para derrocar al Príncipe. Sea lo que sea, un acto social puede superficialmente, suponer prestigio para un Toreador, pero es el propósito subyacente y su éxito, o fracaso, lo que mide la verdadera recompensa del anfitrión. Muchos Vástagos aprovechan las reuniones Toreador para acordar alianzas, mantenerse al tanto de quién recibe un favor de quién y ponerse al día en cuanto a los sucesos del mundo mortal. Además, las fiestas suelen ser consideradas ocasiones "seguras", en las que raramente suele haber violencia. Hay demasiado Vástagos para que un alborotador provoque una pelea y sobreviva. Además las fiestas sólo para Vástagos permiten beber sangre abiertamente, sin miedo a violar la Mascarada.
Herir sin violencia (o "La lengua es más afilada que la estaca y doblemente letal").
Es un buen consejo para todo Toreador dominar la oratoria. Esta es su mayor arma y es especialmente importante para el Farsante que carece de talento que le respalde. Con ellas, un Toreador puede figuradamente, clavarle una estaca en el corazón a su adversario o protegerse mediante el sarcasmo hiriente. Los Toreador poco dotados para el intercambio ingenioso raramente llegan lejos, sencillamente porque el clan no acepta a quienes son socialmente agresivos.
La clave del éxito es imponerse sin ser descortés. Cuanto más sutil se es más respeto se gana. De hecho, muchos Toreador ganan y pierden respeto simplemente mediante la conversación. Quienes detectan un punto débil se ceban en él, escarbando con lenguas afiladas, y los que se defienden aprenden a volver una frase torpe en contra de quien la ha pronunciado. El objetivo es hacer que el oponente pierda el control. Entre los Toreador, es un juego serio, que permite progresar rápidamente a quienes tienen buen Autocontrol, Manipulación, Astucia y osadía. Este juego convierte muchas reuniones sociales en ocasiones muy tensas.
Todos los presentes siguen algún plan secreto y buscan explorar las debilidades de sus rivales mientras se defienden de los ataques de los demás. Como en cualquier otro tipo de guerra, la clave de la victoria está en saber cuando atacar y cuando retirarse. Los Artesanos se ven obligados a soportar algunas de las mayores penalidades de las fiestas, pues su obra suele ser tema de conversación. Si un Artesano no está preparado para soportar las críticas más temibles, su confianza en sí mismo y su determinación pueden venirse abajo. La clave reside en saber interpretar las críticas. Incluso cuando bañan a un Artesano en alabanzas, lo mejor es darle muy poco crédito a sus críticos. Pocos Artesanos se atreven a criticar por temor a ser criticados después. Los Farsantes también se dependen de sus compañeros de clan. Pero las críticas no suelen tomarse sus esfuerzos tan en serio como los de los Artesanos.
Las actividades de un Farsante como anfitrión y mecenas están expuestas a la crítica aunque se considera de mal gusto criticar una fiesta mientras se esté en ella. Los más sutiles pueden extender su opinión por todo un salón sin decir una palabra. Junto a la crítica, los Toreador consideran el tráfico de rumores como algo de la máxima importancia. Todo acto social incluye el chismorreo e intercambio de pequeñas mentiras y valiosa información. El cotilleo puede acabar con muchos Vástagos, especialmente cuando el Toreador que extiende el rumor no es un enemigo conocido por la víctima. Los Toreador que practican este arte son capaces de aparentar que el rumor surgió de otra fuente distinta. Aunque un vampiro puede luchar contra sus enemigos, los rumores son más insidiosos y es imposible combatirlos de forma eficaz.
Por otra parte, los Vástagos engatusados o que caen en la provocación y reaccionan con violencia son una fuente de diversión para los demás. Nadie permitirá que un vampiro pierda el control, pero aprovecharán para humillarle. Si llega a ser realmente necesario, los demás invitados someterán al alborotador de forma poco educada, normalmente con una estaca. Debido a esto, pocos Toreador se toman el sarcasmo con demasiada seriedad.
Impresionar a los demás.
Los Toreador tienen un protocolo que debe seguir cualquier vampiro que busque un mínimo de aceptación. Esta sección detalla algunas de las mejores formas de ganar y perder prestigio. En menor medida se pueden aplicar también a la Posición, pues los Toreador establecen los criterios en la Camarilla. No obstante, el protocolo Toreador choca a veces con la Posición, así que no hay reglas fijas.
El comportamiento en las relaciones sociales es extremadamente importante. Cualquier movimiento equivocado puede hacer retroceder años el prestigio de un personaje. Por tanto, quienes asisten a las fiestas saben nadar en compañía de tiburones sin ser devorado. Esto significa, además, que debe unirse también a la bandada para comerse a los heridos.
Generalmente, lo más estúpido que puede hacerse en una fiesta Toreador es atacar físicamente a alguien. Es de lo más vulgar y el agresor será expulsado y nunca más será invitado. Incluso los pocos que finalmente consiguen ser invitados de nuevo han de soportar ser el blanco de chistes durante años. La siguiente grosería más grave es asistir en compañía de alguien que no ha sido invitado. Esto es una ofensa para el anfitrión. El ofensor se enfrentará a la multitud de miradas desdeñosas y comentarios malintencionados, y probablemente se verá escoltado por los criados a la calle.
Se considera de mala educación actuar de forma ofensiva para el anfitrión, y, en menor medida, para los invitados. Pero todos los Toreador aprecian el sarcasmo y el ingenio rápido. Los invitados a una fiesta no deberían beber demasiada sangre contaminada con alcohol o drogas par evitar las groserías.
Los personajes pueden celebrar sus propias fiestas, pero no es tan sencillo como parece. Una fiesta es más que una reunión de vampiros que quieren pasárselo bien: es una demostración de que quien la celebra sabe lo que significa formar parte de una comunidad de vampiros. Celebrarla requiere buen gusto, dominio de las últimas tendencias, mucho dinero, un lugar adecuado, capacidad de organización, dotes sociales y el reconocimiento de todos los demás miembros del Gremio. Si alguien envía invitaciones y son rechazadas en su mayoría, o peor, ignoradas, es que no se le considera un miembro respetado del clan. Pero puede ganarse el respeto de los demás por otros medios.
El arte es el mejor método, pero otra buena fuente es el mecenazgo de un artista mortal, especialmente si es una mascota del Toreador, o si este tiene su propia escuela. Puesto que los mecenas Vástagos tienen un limitado control sobre estos humanos, puede ganar prestigio por sus éxitos sin perderlo por sus meteduras de pata. Los Toreador consideran un error el uso regular de los poderes vampíricos sobre estudiantes y amigos. El mejor control es el conseguido por la manipulación, evitando la falta de creatividad típica de los sometidos a Dominación o Presencia.
Por último, los favores pueden ser una valiosa ayuda para mejorar la posición social. Los vínculos mortales de los Toreador les dan ventaja en este particular: gracias a sus Trasfondos, como Influencia, Fama, Contactos o Recursos, pueden conseguir cosas inalcanzables para otros vampiros. Además, dado que los acontecimientos de mayor importancia para los no muertos suelen tener lugar durante los actos sociales de los Toreador, las invitaciones a los mismos pueden ser muy valiosas.